Comprender el género y nuestras expectativas en torno a él es una esencial de aceptarnos a nosotros mismos y a nuestros socios. Se espera que las mujeres caigan naturalmente en un papel más pasivo en cama. Es algo que nos enseñan de niños: las mujeres deben esperar a que alguien las quiera, que el hombre las invite e comience el sexo. Es posible que tenga deseos que quedan fuera de la femineidad tradicional, mas reprímalos pensando que su pareja no lo hallará atrayente. En ocasiones, aquellos de que caemos en el lado femenino del espectro de género nos preocupamos de que nuestros socios no nos encuentren atractivos si no estamos vestidos todo el tiempo. O quizás nos preocupe que las cosas que nos calienten en la cama nos hagan parecer guarros o bien nos hagan sentir culpables. A veces nos abstenemos del verdadero placer, preocupándonos de que abrazar lo que deseamos nos haga parecer menos atractivos. Los sicólogos estadounidenses Michael Metz y Barry McCarthy plantean un concepto realista y tranquilizador: el de sexo suficientemente bueno. Este modelo destaca las esperanzas realistas y positivas, dejando de lado la búsqueda de la perfección. Basándonos en sus investigaciones, aseveran que un 85 por ciento de las veces el sexo va a ser más placentero para uno que para otro de los miembros de la pareja. De esta manera, en las parejas heterosexuales menores de cuarenta años, el sexo tiende a ser más satisfactorio para los hombres, y en parejas sobre los sesenta años tiende a ser mejor para las mujeres. En general, es esperable que entre un 20 a un 25 por ciento de los encuentros sexuales sean considerados como muy buenos, entre un 40 y un 60 por ciento sean buenos y entre un 15 y un 40 por ciento sean considerados como mediocres, poco satisfactorios o bien disfuncionales. Las parejas que tienen sexo suficientemente bueno entienden que esto es del tema y no se ahogan en un vaso de agua ni se complican a este respecto.
Ni promiscuas ni indecisas
Los machos beta se acostumbran a sentir inferiores, ya que, en verdad, generalmente lo son. Esta actitud se la conoce como complejo de Napoleón (en honor a Napoleón Bona, emperador y estratega militar francés, quien se crea que debido a su corta estatura procuraba poder, guerra y conquista para compensarlo), también famosa en el lenguaje informal como complejo de inferioridad. Evidentemente, el macho alfa no se ve molesto por sus defectos (en tanto que a su criterio no los tiene, o no son esenciales) ni necesita mostrarle nada a nadie: está contento con como es y su autoestima es alta.
Hoy en día las opiniones sobre la sexualidad son muy diferentes de temporadas pasadas. Ahora muchos médicos y terapeutas dicen que la masturbación no es perjudicial para la salud, sino que, por contra, puede valer para aliviar la tensión, para diseñar y ensayar conductas sexuales en la imaginación, como sustituto del coito cuando éste no es posible o como complemento del coito cuando no lleva al clímax. También la Iglesia está cambiando y algunos sacerdotes prefieren orientar a sus feligreses en lugar de atemorizarlos con el temor a las consecuencias de la masturbación.
Según me contó mi madre, yo fui un niño de carácter independiente. A los cuatro años me fui a vivir en un armario, y a los 8 ya tenía mi propia cabaña de vacaciones arriba de un árbol. Mis progenitores apoyaron mis bríos obsequiándome un cuchillo que pronto empecé a emplear para despellejar conejos y asarlos por mi cuenta. Con nueve años era capaz de sostener a mis perros y a los diez ya quería casarme. Me habían forjado para ser autosuficiente y fuerte. A los 8 años mi padre me apuntó a boxeo en el gimnasio de un amigo suyo, a quién le pidió encarecidamente que los combates en lugar de a 3 rounds fueran a cinco y que mis contendientes fueran uno o dos años mayores que yo por lo menos. Hasta el momento en que pude defenderme un tanto, me partieron la cara unas cien veces. Mi madre no daba abasto comprando tiritas. Por aquellos días, del instituto mandaron a mi casa a Asuntos Sociales pues creían que mis progenitores eran los que me ponían los ojos violetas. Mi padre, abochornado por aquello, me quitó de boxeo y me apuntó a judo, que como todo el mundo sabe, te revientan todas y cada una de las articulaciones mas la cara no te la tocan. Mi padre insistía; tienes que aprender a defenderte. No permitas que absolutamente nadie te humille. Los hombres solo respetan a los que les pueden romper la cara. No le arrees a nadie a la primera, me afirmaba para moderar su discurso, primero le afirmas que se desdiga de rodillas, y después lo inflas a hostias. Mi padre era todo un caballero. Mi madre en cambio era más buena. No quería que me pegase con nadie y padecía mucho cuando venía echando sangre por algún lado. Cuando cumplí los diez mi padre me obsequió un escrito y a los pocos días se murió (tal vez entonces te digo qué escrito fué). Nos quedamos solos mi madre y . Entonces tuve que mudar de planes, no iba a poder casarme ni salir a buscar comida para mi esposa pues tenía que proteger a mi mamá. Por razones que no vienen al caso aclarar, mi madre vendió lo poco que nos dejaron los acreedores de la finca rural de aquella provincia ancha y simple, y nos fuimos a vivir al cubo de Rubik: la Capital. Allá me percaté de que había pasado toda mi infancia siendo feliz en un lugar en el que para sobrevivir solo me hubiera bastado ser un salvaje. Ahora, en la civilización iba a tener que aprender el arte de convivir con alguien que tenía que desollar un conejo varias veces al día para poder subsistir de una forma totalmente distinta.
Palabras para entendernos
El preservativo y la píldora fueron sólo simbólicos para un cambio de actitudes y significados, puesto que, desde entonces hasta la data, los adolescentes prescinden de ellos en sus encuentros íntimos, lo que ha facilitado un número creciente de embarazos inesperados, como el aumento de enfermedades trasmitidas por vía sexual. Hola soy Sofía, una bella dama al lado de quien podrás compartir instantes inolvidables. A mi lado, te sentirás tan cómodo y relajado, que apenas recordarás que soy scort. Mi compañía está destinada únicamente a caballeros educados y respetuosos como . Podemos encontrarnos en mi apartamento privado, climatizado y con todas y cada una de las comodidades que necesitamos para que nuestra cita sea un éxito. Ven a conocerme y seguro que vas a repetir. Espero ansiosa tu llamada.
En el sexo, el cerebro precisa estímulos más fuertes para tener una contestación conveniente… El gusto también se ve perjudicado y le percibimos más débilmente que hace veinte años. Por ejemplo los caramelos tienen mayor cantidad de edulcorante más o menos natural, a fin de que a los usuarios les parezcan verdaderamente dulces. El sexólogo Gunter Schmindt ha comprobado, en una investigación sobre las chicas jóvenes de en la actualidad, que tienen menos deseo sexual que las de hace veinte años. El motivo según él es que hay una mayor conciencia de la discriminación y de la violencia sexual que padecen las mujeres, y de la violencia sexual que padecen los hombres contra ellas. Y ciertas se tornan incrédulas hacia los hombres y al futuro de la relación con ellos o bien para cumplir con la pareja
A lo largo de esta primera charla seria, intenta no charlar de tus inconvenientes personales. De hecho, no hay cosa más fastidiosa para una mujer. Se supone que la hagas soñar, no que la cargues con un estrés suplementario. El sexo increíble nos recuerda que un sinnúmero de placer sexual se genera sobre el cinturón. Aunque muchos hombres preferirían que les echen la polla, y muchas mujeres podrían estar pensando Por favor, vuele la cabeza porque parece que no puedes hallar mi clítoris, el cerebro prosigue siendo nuestro principal órgano sexual. Las personas pueden meditar en el celibato de tipo monje o bien desearse en córnea psique sobre salpicadura, si así lo quiere. Al principio, puede parecer extraño leer acerca de las situaciones sexuales, mas tiene sentido su psique debe guiar su cuerpo hasta que la memoria muscular se haga cargo. Así como la UNCF se articula tan bien la mente es una cosa terrible de desaprovechar. Y conforme con las personas sexualmente satisfechas en todas s, no es tan malo soplar.
Canon segundo de la taxa camarae
Una Nueva Revolución Sexual está en proceso desde el principio de este milenio. Vivimos una época de cambios muy importante, ya no sólo por el triunfo de los movimientos feministas y los descubrimientos científicos de los últimos 50 años, ahora nos encontramos en la era de las reformas legales y jurídicas a favor de una nueva sexualidad. Las críticas severas por expulsión de Gays del ejército, las nuevas legislaciones en U.S.A., Europa y Latinoamérica a favor de uniones legales o bien matrimonios entre personas de un mismo sexo, y la salida del closet de decenas de importantes políticos y celebridades a nivel del mundo, son un ejemplo de ello. Sumado a esto, los cambios de valores sobre lo que significa ser mujer o bien ser hombre, han producido una extrapolación de éstos a una esfera integral; el acto sexual ya no es sinónimo de reproducción, en nuestros días también significa placer, satisfacción y comunicación (y por el hecho de que no, también amor). Tampoco el acto sexual es equivalente a penetración, pudiendo tener otras expresiones que no se restringen únicamente al coito. Las nuevas generaciones están observando transformaciones considerables en lo concerniente al papel sexual que ancestralmente le correspondía al hombre o le correspondía a una mujer. Cuando hablo de papel o rol sexual me refiero en este caso al papel como ser humano sexual, siendo capaces de sentir y de dar afecto, interesarse por el otro, ser desprendido y franco, aparte de compartir equitativamente las responsabilidades y labores que suponen el convivir en pareja y tener descendencia.
Precisamente por el hecho de que me notifica que ama de manera profunda a su futura esposa, mi recomendación es que mantenga una charla muy objetiva con ella para informarle de una situación que sin duda va a afectar profundamente la vida íntima de ambos después del matrimonio… al punto de que probablemente no deberán tener hijos. Cualquier mujer u hombres tiende a rechazar el pasado vergonzoso de la sexualidad de su pareja. Pero aun cuando lo admitiera con madurez, esto está bien para el que lo acepta pero no de este modo para el que lo ha experimentado y necesita traer la subconsciencia y superarlo. Solo entonces pueden ser verdaderos amantes y lograr efectuarse, más o menos felices.
Lleva por nombre piso pélvico a todos los músculos que cierran el cuerpo en la zona genital. Son múltiples músculos que van desde el hueso del pubis hasta el cóccix, preparados de adelante hacia atrás. El piso pélvico cierra el cuerpo en su más baja, mas con 3 orificios: uretra, vagina y recto. Si damos compañía recibimos compañía, si somos amigables tendremos aprecio, si ayudamos a otros a tener pareja nosotros asimismo la tendremos, si ayudamos a otros a tener independencia financiera asimismo la tendremos y de esta manera consecutivamente en todos y cada aspecto de la vida. Deseas que la gente te hable con la verdad, entonces debes hablarles a todos con la verdad.
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El romanticismo ha hecho mucho daño
¿Tenemos las mujeres más inteligencia sensible que los hombres? En 1983 la bióloga Christine de LacosteUtamsing, de la Universidad de Columbia, probó que los haces de fibras inquietas del cuerpo calloso, que une a los dos hemisferios cerebrales, son más grandes en las mujeres que en los varones. Esto determinaría un intercambio de información más intenso entre ambos lados del cerebro y, por consiguiente, una capacidad mayor de integración a la hora de solucionar los problemas que se presentan en la vida cotidiana. Escoger. Esa primera vez debería llegar consensuada, con una persona conocida con la que exista por lo menos empatía y posibilidad de diálogo y meridianamente siendo consciente de los riesgos de una relación íntima sin prevención: embarazo no deseado y enfermedades de transmisión sexual. Recuerda, puesto que, que tu existencia debe apuntar y avanzar en alguna dirección, con o sin el beneplácito de ninguna mujer concreta. Si no es así, no estará de más que revises la vida que has diseñado y consideres la creación de otra nueva, por el hecho de que es muy probable que no hayas adoptado una actitud ganadora todavía.
